martes, 29 de enero de 2008

Superviviente

Les va a costar a ustedes encontrar un bañador como el de Joselito y, aunque lo encuentren, nunca –desengáñense- les quedará como a él: o tienen ustedes las hechuras del Ruiseñor u olvídense.
Y no sólo se trata de percha. Para llevar una prenda así hay que ser un superviviente, un Robinson que pasa a mazo del pret a porter. Y Joselito sobrevive: la vida lo ha baqueteado a conciencia y el hombre, tras tantos naufragios, aún respira en esa playa a la que lo ha arrojado el mar proceloso. Lo que menos le preocupa a estas alturas es si se le ven o no las mollitas o la bermuda le va con los ojos
El resto de concursantes ha ido a lucir palmito y nalgas; ha ido a ganar.
Verán ustedes cómo este verano se impone ese bañador largo y grunge; verán cómo lo rescatamos del fondo de armario y nos lo subimos hasta la barbilla; verán cómo lo lucimos en la playa mientras en el chiringuito suena “Campanera”.

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